Los árboles de navidad no son iguales.
Los árboles de navidad no son iguales. En la ciudad todos corren de un lado a otro, caminan de prisa, van y vienen por encargos, tal vez van a sus compras para el intercambio de navidad… corren y hacen preparativos para la cena, los jóvenes preparan sus atuendos y los más pequeños hacen su carta a Santa. En algún lugar de trabajo un grupo de personas se dispone a poner el árbol de navidad, de algún modo esta tradición borra todo lo malo que ha pasado, se va la tristeza, la amargura, el enojo y la frustración de las metas no cumplidas, trae: la reconciliación, el agradecimiento, la esperanza, la nostalgia… viene también la alegría y la promesa de cosas nuevas por comenzar. Poco a poco comienzan a sacar los adornos y las luces, buscan los ganchos para las esferas, alguien más revisa el árbol, de repente comienza el va y ven de las manos, comienza una plática de: la puesta del arbolito de navidad… no hay bueno ni malo, sólo hay emoción, risas y anécdotas… Un señor, ...