Los árboles de navidad no son iguales.
Los
árboles de navidad no son iguales.
En
la ciudad todos corren de un lado a otro, caminan de prisa, van y vienen por
encargos, tal vez van a sus compras para el intercambio de navidad… corren y
hacen preparativos para la cena, los jóvenes preparan sus atuendos y los más
pequeños hacen su carta a Santa.
En
algún lugar de trabajo un grupo de personas se dispone a poner el árbol de
navidad, de algún modo esta tradición borra todo lo malo que ha pasado, se va
la tristeza, la amargura, el enojo y la frustración de las metas no cumplidas,
trae: la reconciliación, el agradecimiento, la esperanza, la nostalgia… viene
también la alegría y la promesa de cosas nuevas por comenzar.
Poco
a poco comienzan a sacar los adornos y las luces, buscan los ganchos para las
esferas, alguien más revisa el árbol, de repente comienza el va y ven de las
manos, comienza una plática de: la puesta del arbolito de navidad… no hay bueno
ni malo, sólo hay emoción, risas y anécdotas…
Un
señor, abuelo diría yo, cuenta: teníamos recursos limitados de modo que no
alcanzaba para esferas, cada año cambió la decoración, le pusimos de todo al
arbolito: galletas Marías, bombones, barquillos, chiles secos de árbol (esos
que son rojos) cajetillas de cigarros vacías, paletas, corcholatas, -los
jóvenes de hoy tal vez no sepan que son- dice el señor. Cabe mencionar que las
galletas misteriosamente comenzaron a desaparecer con el paso de los días al
igual que las paletas. Todos rieron.
Alguien
comenta –que creativos, en mi casa no se molestaban en adornar, me hubiera
gustado tanto ver esos arbolitos decorados con tanto amor y con ilusión. Tomaré
nota para hacerlo con mis hijos.
Una
joven dice: en casa de mis amigos, siempre había decoraciones muy lindas,
siempre me pregunte -¿por qué no tenemos decoraciones así?- Hoy sé que son muy
caras, pero me encanta la navidad, disfruto caminar por las calles, adoro ver
los escaparates con los ositos, las nochebuenas, velas… Yo soy la que pone el
árbol de navidad en casa de mis papás. Es mi época favorita del año, creo que
todos los sueños los pueden hacerse realidad.
Es
tiempo de recordar… una mujer en el fondo plática como nunca supo que era pobre
cuando niña. Desde que recuerdo siempre hubo arbolito en casa, teníamos uno de
esos que eran unas varas con papel metálico plateado, armabas el árbol y las ramitas
caían hacia los costados, era muy escuálido, un día el arbolito ya no parecía
uno, mi mamá tomo su machete, nos dijo;-iremos a caminar- fuimos a unas cuadras
de la casa, buscamos el matorral más grande que encontramos, mamá lo corto,
entre ella y mis 3 hermanos le quitamos todas las hojas, lo llevamos a casa,
mamá lo pinto con cal y lo apoyo en un bote con piedras… no les tengo que decir
que es el arbolito de navidad más espectacular que tuvimos en la vida, hoy en
día cierro los ojos y lo veo claramente, aunque ya han pasado más de 25 años.
-Wow
tu mamá vivió adelantada a sus tiempo, esos arbolitos te los venden hoy en las
tiendas y te cuestan un ojo de la cara.- Comento alguien más.
Yo,
yo, es mi turno- dijo una de las chicas- En mi casa no había arbolito, en ese
entonces estaban muy de moda los arboles verdes, muy frondosos. Mi hermana mayor
y yo teníamos uno de nuestros primeros trabajos, ahorramos durante un tiempo y
queríamos sorprender a nuestra mamá… Fuimos a una tienda de autoservicio,
elegimos un arbolito dentro de nuestro
presupuesto, salimos muy felices de la tienda, caminamos hacia el transporte,
el chofer de la combi nos dijo que subiéramos el arbolito atrás, amablemente
nos ayudó a ponerlo… jajajaja pero era muy flaco, no lo aguanto, yo con mi
felicidad había triplicado mi fuerza física y lo subí sin problema, al bajar
del transporte me apresure a bajarlo, yo sola lo cargue y camine ½ cuadra hasta
llegar a casa, mi hermana tras de mí, no daba crédito a que yo sola pudiera con
el árbol, ese, ese fue el primer árbol de nuestra vida adulta y fue fantástico.
Ese mismo año nos alcanzó para comprar esferas. Ese árbol se fue hace 2 años,
pero nos dio 20 navidades hermosas. Y algunas esferas todavía viven.
¡Que
padre! Pero no todo son árboles, ¿qué me dicen de las posadas? Una persona
dijo: les platicaré, cuando niño, pasábamos las navidades en casa de los
abuelos, muchas veces pasábamos las vacaciones enteras con ellos, de modo que
nunca nos perdíamos las posadas, en un día de tantos estábamos reunidos muchos
nietos, jugamos, gritamos… la abuela nos pidió guardar un poco de silencio,
pero con tanta energía contenida en nuestros cuerpecillos seguimos en la fiesta,
el juego y los gritos, más tarde la abuela dijo que si no nos comportábamos no
iríamos a la posada más tarde…
Grave
error de la abuela. Por la tarde/noche ella se alisto, peino su cabello con su
inigualable trenza, se quitó su mandil, busco unas bolsas de plástico (para la
colación y la piñata) buscó su rebozo y nos dijo que ya nos íbamos a la posada.
Como niños buenos que éramos, le dijimos a la abuela: no abuelita, no nos
portamos bien, de modo que no iremos a la posada, nos dijo cuál era la
consecuencia y cumpliremos nuestro castigo. La sonrisa de la abuela se
desdibujo de su rostro, se sentó en una
silla con desilusión al final la castigada fue ella. Nunca más nos amenazó con
no ir a las posadas. Pobre abuela, cabe mencionar que es un as rompiendo la
piñata, es la que canta con más entusiasmo, la que reza con el corazón más
fuerte que con sus labios, la que escucha y reconforta con alguna picardía, la
que da domingo a escondidas de los otros adultos. Yo tengo la mejor abuela.
Un
joven compartió: no nos damos cuenta del inmenso amor que nuestros cuidadores
nos tienen, llámense padres, abuelos, tíos, hermanos mayores, hacen hasta lo
imposible por hacer memorables estas fechas, mi papá siendo obrero, con 4
hijos, una hipoteca, sin un amor correspondido, nunca fallo y nos dio lo mejor
que pudo, navidades con los abuelos, ropa para estrenar en las cenas de navidad
y año nuevo… Hoy que tengo esa carga sobre los hombros, le agradezco tanto.
Llego
mi turno, ya todos habían compartido algo de
sus familias, de sus navidades, de sus personas favoritas… tengo que
decir que es mi época favorita, yo adorno desde el 3 de noviembre y quito la
decoración hasta el 2 de febrero, es cuando la comida más rica hay por todos
lados, bacalao, pavo, pierna, ponche, tejocotes en almíbar, chiles en nogada,
si señores, chiles en nogada, mi madre los hace con arándanos en lugar de
granada, pero en esencia son lo mismo, ¿qué me dicen de la ensalada de manzana?
Flan, rosca de reyes… no es raro subir unos cuantos kilos en estas fechas y es
que las madres nos hacen sentir su amor a través de la comida, de las
decoraciones…
Entre
tanta plática y movimiento de manos terminaron de poner el árbol y las
decoraciones.
¡Vámonos!
Ya es tarde, llegaremos tarde a casa.
Adiós, pásenla bien con sus familias.
¡Feliz
navidad!
Voy
camino a casa, tomo el transporte, pensando en lo que todos compartieron… a nadie
le cuento como es mi árbol, es algo que solo es para mí, es muy personal, es un
secreto y ésta en un lugar que nadie sabe, este árbol en un lugar muy especial,
y empezó a armarse mucho antes de que yo naciera, tiene esferas de vidrio
soplado que adentro tendrán recuerdos bonitos, sonrisas increíbles de personas
fantásticas, sueños por cumplir con mis personas favoritas, planes sencillos
para disfrutar con mis seres queridos, charlas profundas con ella,
agradecimientos para los que han hecho mi vida mejor, desde hace algún tiempo
comenzó a construirse en el cielo, la primera esfera tiene por nombre Matilde,
es mi abuela materna, lo único que se de ella es que partió antes de tiempo, estaba
llena de amor, después se le unió Luis, él era un abuelo increíble, era muy
especial, estaba enfermo, pero cuando estaba bien… tenía muchas historias que
contar, mucho, mucho tiempo después llegó otra esfera, se llama David, a él
tengo que agradecerle la existencia de mi mejor amigo, compañero de vida, padre
de mis hijos, enseguida se unió Álvaro, alias tío Pollo, es el tío de mi
esposo, de corazón generoso, siempre con su coca-cola en la mano, panadero de
profesión, no nos dio la receta de la rosca de reyes pero sabemos que nos mira
desde algún lugar. Wicho, hay este chamaco lleno de risas y sonrisas, buen
humor, alguien con quien se puede platicar de lo que sea, un alma vieja en un
cuerpo joven.
Después
de 40minutos, llego a mi destino, camino un par de cuadras, llego a casa de mis
padres, en donde crecí, entro y ya nada es igual, los muebles están polvosos,
por el momento nadie vive ahí. Cierro los ojos y pienso en mi árbol… Se supone
que la estrella se coloca al final, porque se cierra con broche de oro… este
año la estrella llego a la punta, sin aviso…de repente, así nomás, cuando tenía
que ser, ni antes ni después. Porque las personas están en tu vida sólo un
tiempo, para acompañarte, enseñarte, aleccionarte, hacerte crecer y se van
cuando su historia contigo ha terminado, excepto las mamás, caso curioso, nos
persiguen por generaciones, sus miedos, sus inseguridades, sus fracasos, pero más
importante aún sus ganas de cambiar el mundo, su mundo, su coraje para cambiar
su realidad, sus sueños con la creencia de poder aterrizarlos, su entereza para
afrontar lo venga por delante… La estrella que corona mi árbol, en un lugar
donde nadie la toca, donde nadie la ensucia, en donde solo hay felicidad para
ella y para mí, es mi Lulú, es mi mamá. Hace 9 meses de su partida y todavía no
lo entiendo, más difícil aún por las fechas, las primeras veces sin ella, es un
golpe mortal, literalmente me duele el corazón.
En
las viejas fotos, en los olores, una canción, una palabra, ahí están, aquí están,
personas que me han amado y a las que he amado, que se han ido sin previo aviso
y que se les quiere y se les extraña, se les ama y su ausencia está ahí,
invisible para cualquier persona ajena, pero tan presentes para sus familias.
Sólo me queda honrarlos y seguir el curso de la vida, porque hay una promesa,
el destino volverá a unirnos tarde o temprano y volveremos a estar todos juntos
y agradeceremos por haber coincidido en tiempo y espacio, agradeceremos por ser
afortunados y estar con personas increíbles llenas de amor, inteligencia,
creatividad, cosas por enseñar y también por aprender.
Vuelvo
en mí, recojo unas cosas, se ha hecho tarde… no sé qué pasará, pero pienso que lo
único que puedo hacer es celebrar la vida, su vida, mi vida. Hay una cena, no
quiero ir, tal vez, lo pensaré.
Tengo
41 años y siento que aún no sé nada de la vida, pero estoy viva, muy viva y
todavía faltan muchas cosas por llegar. Lo mejor está por venir.
A
propósito, ¿se saben esa historia, la de la mujer que pide que la entierren con
un tenedor en la mano? Es genial.
YMatlalcuatziSánchez
Tu historia me ha hecho pensar en muchas cosas, tus palabras me han ayudado a hacer un rápido recorrido por el tiempo, me ha entusiasmado, me motivado y me ha dejado con un nudo en la garganta. Deseo que sea la primera de muchas historias que te animes a escribir y que el brillo de tu estrella ilumine tu camino y que en los días de oscuridad brille más que nunca.
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