Aquí estoy para ti, no te rindas.

Caras vemos dolores no sabemos. No, no sabemos lo difícil que resulta tratar de sonreír y fingir que todo esta bien y que no lo este. Cuando nos preguntan ¿Cómo estas? y contestas, bien... No sabemos lo doloroso y solitario que es cuidar a alguien que siempre esta triste, enojado, sin ilusiones, harto, dolorido, fastidiado, por momentos aparentemente bien y al final con un sufrimiento constante. Hay monstruos asechando continuamente, con nombres comunes y corrientes como depresión y ansiedad. Por mucho que te esfuerces, nada parece dar resultado, cuando crees que has logrado avanzar un paso, al día siguiente retrocedes tres. No es culpa de nadie, ni de la otra persona, ni tuya, pero es inevitable sentir culpa, piensas una y otra vez ¿En qué momento se rompió por dentro la persona que tanto amas? ¿Se pudo prevenir? ¿Es un defecto de fábrica? ¿Queda esperanza? Es duro recordar que las cosas estuvieron bien un día, hoy las risas, los abrazos, los planes parecen tan lejanos, se han tr...