Ahí esta el detalle...

Estas ahí esperando a que pase algo, en tus momentos más atareados, quizá en los menos esperados, siempre hay algo que contar, experiencias que no ocurrieron exactamente como las habías planeado, pero que al final nos dejan un gran sabor de boca, nos dejan una anécdota, un aprendizaje y ¿Por qué no? Un agradecimiento.

MacGyver

Era un día normal, mis hermanos y yo siendo niños,  corríamos de un lado al otro, mientras que mi mamá se daba cuenta que ya no había gas (tampoco dinero) lo que en otras casas podría ser una tragedia, en nuestra casa era un motivo para que mi mamá se convirtiera en MacGyver (para los que no sepan, MacGyver, es una serie de tv de 1985, trata de un agente muy astuto que resuelve, con lo que tenga a la mano) mi madre ni tarda ni perezosa junto maderas, armo su fogata y a mitad del patio nos preparo comida, nuestros ojos llenos de sorpresa, yo al menos maravillada de que no había imposibles para ella. ¡Como disfrutamos esa comida!

Muchas veces iba el vecino a pedirle a mi mamá que lo ayudara a cambiar el gas, esto no tendría nada de particular si no es porque el señor era muy "macho" (bota vaquera, alto 1.80mt, bigotón, fornido,  tosco) y mi mamá era una mujer de 1.60mt, no muy corpulenta. amable y siempre dispuesta ayudar. A mi mamá no se le cerraban las puertas, siempre encontraba la manera de resolver. Le agradezco haberme mostrado que siempre se puede y cuando no, se puede decir "lo intente, no se pudo y esta bien"


Héroes sin capa.

Algo  que recuerdo con mucho cariño es a mi hermana  Wendy, de niña ella tenia un calabacita de plástico, de esas que son para salir a pedir calaverita, ella guardaba sus pesos (cuando Morelos era la cara de las monedas de $1) la recuerdo perfectamente de vez en vez, vaciaba la calabacita y contaba las monedas, no se que extraño placer encontraba en escuchar ese sonido que hacen las monedas al contacto con el plástico y a su vez con las demás monedas. En cierta ocasión, mi otra hermana (estaba muy pequeña) enfermo, eran tiempos económicos muy complicados, mis papás desesperados y mi hermana al ver la desesperación de papá, tomo su calabaza, se la dio, para que pudiera llevar a la bebé al doctor, mi papá solo atino abrazarla mientras rodaban lagrimas por sus mejillas. ¡Que inocencia y que nobleza! No cabe duda que somos lo que mamamos.  




Hace ya un poco más de un año, una amiga muy cercana, estaba realmente preocupada y ocupada por los posibles contagios del covid, ella siguió todos los protocolos y cuando mi mamá murió, hablamos y ya le había dicho que entendía que me acompañaba en mi dolor y que entendía que ella no pudiera acompañarme... cual fue mi sorpresa, ella junto con otra buena amiga y su esposo estaban en la puerta de mi casa y me acompañaron a uno de los rosarios de mi mamá, al día de hoy no tengo más que agradecer que hallan decidido pese a sus miedos,  su prudencia, su amistad, solidaridad,  acompañarme y hacerme sentir acompañada, apoyada, amada. En definitiva los amigos son la forma en que la vida se disculpa por algunos parientes. 

De repente te encuentras a esas que te salvan de la nada, en una ocasión yo regresaba del trabajo, era viernes, quincena, estaba lloviendo, no había transporte en el paradero de indios verdes, mucho trafico...  una calamidad, cuando salí del metro, apenas caía un ligera llovizna, a medida que caminaba se intensificaba la lluvia, al llegara la fila, tras de mi llego un señor con sombrilla y me dio el sombrero de su impermeable, me dijo niña cúbrete o te dará un refriado, ese pequeño  gesto me hizo regresar feliz a casa, ver a un extraño ser empático, es ciertamente extraño en un mundo donde todos suelen tener prisa.

Mi esposo es mi héroe, siempre he dicho que él es mejor mamá que yo, es más practico, más relajado, menos aprensivo, y desde antes de casarnos, le  advertí que yo no cancelaba planes con mis amigos (eventualmente eso ha cambiado, muchos de mis amigos ya no viven aquí y la verdad es que no quiero nuevos amigos) pero aquí se han mantenido mis 2 mejores amigas, eventualmente nos vemos, salimos a comer, cine, teatro, bazares, caminar o a las carreras de 5k, entre otras cosas. Cuando salgo con ellas, me olvido de mi familia, me relajo y regreso a casa con nuevos bríos. Cuando estoy un poco "alterada" (neurótica) mi esposo me dice: hace tiempo que nos ves a las chicas, ahora mis hijos ya se la saben mami ¿por que no vas a ver a mis tías? Lo anterior es música para mis oídos, me encanta mi familia, saben darme un respiro y yo estoy muy agradecida por mi compañero de vida (no todo es perfecto pero ¿Quién lo es?)

Mi mamá a veces cuando venía de visita, casi siempre llegaba con un itacate por delante, mole verde, tortitas de pollo, adobo, flan napolitano, buñuelos, pozole, cochinita pibil, debo confesar que muchas veces me salvo de cocinar, en realidad nunca he comido más rico que los guisos de mi madre, hasta un huevo estrellado me sabía mejor viniendo de sus manos. Hay sabores y olores que te transportan a tu infancia, disfruta esa comida, nunca sabes cuando será la última vez.


Felicidad chiquita.

En navidad a mi papá en el trabajo le daban un arcón navideño, era muy emocionante ver que traía, una de las cosas favoritas y más esperadas era una lata de chilorio, mamá lo calentaba y hacíamos taquitos muy escuálidos para que todos pudiéramos alcanzar, muchas veces si no es que todas, nuestros papás decían que no tenían hambre, los duraznos en almíbar eran otro manjar, los cortábamos muy pequeños para que  nos duraran más, el pate endiablado con galletas saladas, ese nos gustaba a mi hermana y a mi. Recuerdo también una caja de chocolates Laposse, mmmm




Cuando éramos chicos, por cuestiones de trabajo veíamos a mi papá los fines de semana, Al llegar el viernes como a eso delas 6:00pm llegaba mi papá, el en su trabajo tenia servicio de comedor, de postre siempre les daban un dulce, mazapán, chocolate, paleta, cacahuates, el no los comía, decía que no le gustaban, comienzo a sospechar que se amarraba la tripa para darnos una felicidad y compensar el tiempo que no nos veía, generalmente dejaba elegir a mi hermano, el es el más pequeño, mis hermanas y al final yo, por ser la mayor, ocasionalmente preguntaba quién se había portado mejor y ese era el primero en elegir, otras veces era yo la privilegiada. Para mi esa era una felicidad chiquita que hoy en día sigo atesorando en el alma.

Los vecinos de mis papás son la onda, en especial la señora Isabel, ella hace unas gorditas de nata que están para chuparse los dedos. Cuando tocaba el timbre esperábamos a que se fuera e inmediatamente nos lanzábamos sobre esas gorditas, no he comido unas igual, esas no se van a la panza, se van al corazón.

Cuando estaba en la secundaria, algunas veces mi mamá iba por mi, pasábamos al mercado y comprábamos una gordita de chicharrón prensado, ella pedía salsa roja y yo verde, me gustaba porque ese tiempo, mi mamá era solo para mi, platicábamos de cualquier cosa o simplemente caminábamos en silencio y con eso me bastaba, hoy ese recuerdo es un tesoro para mi. 

De vacaciones con los abuelos paternos, mi abuelito tenía deposito de cerveza y refresco, siempre nos dejaba escoger un refresco "Titán" y mi abuelita siempre nos guardaba alguna promoción, pepsilindros, relojes. Si nos creíamos los muy muy...








Recuerdo que mi tío el más chico solía hacernos un columpio en el nogal, cortar nueces y terminar con las manos negras, correr entre las milpas y al final del día tener un intenso ardor en los brazos, pedirle canastas a la abuela y llenarlas de flores, bañarnos en temazcal, alimentara los totoles, gallinas y patos aunque muchas veces terminaba siendo perseguida por los animales (eso era adrenalina pura) ayudar a poner el nacimiento, ir a las posadas (aunque los rezos no me gustaban) saber que mi hermana terminaría rompiendo las piñatas, comer chileatole, preparado por la abuela.


Yo también doy felicidad.

Cuando estaba en la secundaria (26 años) todos los compañeros nos pusimos de acuerdo, rentamos un microbús, algunos tocaban la guitarra, maracas, pandereta, los demás cantábamos por no decir que aullábamos, alguna compañera consiguió rosas, en medio de la noche, salimos a hurtadillas y comenzamos el recorrido, el peregrinar, llevamos serenata a todas las mamitas del grupo, esta por demás decir que todas sin excepción lloraron de felicidad. A mi parecer es el mejor regalo que le di a mi mamá y que ella sin duda atesoro en su corazón siempre. Los mejores regalos no se tratan de dinero.

Más adelante mi papá pudo continuar con sus estudios, por parte del trabajo, le resulta un poco difícil la escuela (yo creo que más por falta de practica y no por falta de inteligencia) como sea, le ayude a estudiar y repasamos una y otra vez, recuerdo bien que eran conversiones y despejes, recuerdo también cuando me dijo "pase, pase" no recuerdo si se lo dije en ese momento, pero me sentí muy orgullosa de él. Compartir siempre es mejor para quien da, que para quien recibe.

Cuando comencé a trabajar, ahorraba dinero para poder comprarle a mi hermano un muñeco "Max Stell" no olvido su cara de emoción cuando le dije:  puedes llevarte el que tu quieras. El verdadero regalo fue para mi, algo que pude hacer con mi propio esfuerzo y la felicidad de mi hermanito.




Que decir cuando das la noticia a la familia que, la familia será más grande, es muy reconfortante ver como todos se alegran por la nueva buena... Es felicidad para todos.


Sorpresa...

Mi papá nos invito a unas vacaciones, fue la primera vez que me subí a un avión, ya han pasado casi 4 años y yo sigo maravillada, estoy sorprendida, porque no he perdido mi capacidad de asombro, en mi vida adulta he visitado el mar 4 veces y el mar me sigue impresionando, es inmenso, es bello, es indomable. Espero nunca dejar de sorprenderme.

Tan rápido han pasado 42 años y me doy cuenta que soy muy afortunada y que tengo tantas cosas que agradecer, obvio no todo es miel sobre hojuelas, pero yo elijo quedarme con: lo bueno, lo bonito, lo sustancioso, lo que me da felicidad y de lo demás solo pido no perder la lección, es ahí donde esta el detalle tenemos el tiempo contado, de ti depende en que pierdes tu tiempo y con quien quieres pasarlo, solo recuerda que el tiempo no espera a nadie.

La vida escomo una paleta de hielo, la chupes o no, se acabará.

YMatlalcuatziSánchez

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