Balance a favor.
Llegan las fechas decembrinas y es inevitable pensar en todo lo que hemos pasado, conocimos a personas increíbles, nos reencontramos con amigos que hace años no veíamos, perdimos personas importantes, nos alejamos de personas que juraron estar con nosotros para siempre (jajaja, perdón, a esta edad ya uno sabe que es mientras dure o hasta donde sea sano)
Pero tengo la firme
creencia de que las cosas pasan por algo, para algo, generalmente aunque no lo
tengamos claro, la mayoría de las veces es para aprender, sino prestamos atención
a las señales que nos da la vida, es seguro tropezar con la misma piedra una y
otra vez, preguntándonos ¿por qué a mí? Eso está muy bien cuando estas pasando
por la pubertad, pero a mi edad, francamente ya hay que poner no más, sino
mucha atención, porque yo al menos ya estoy más cerca del fin, que de él
comienzo y no me quiero ir como una perfecta idiota que no aprendió nada.
En
definitiva lo mejor de la vida está en los detalles, dicen que la vida es lo
que ocurre mientras haces planes y es muy cierto, ahora disfruto más cuando veo
a mis amigos, ya no me da pena decir: no quiero, no puedo, no me interesa,
valoro más el hecho de tener un día más con mi familia, poder salir a correr o
en la bici, por ejemplo hoy me salí de casa a las 6:00am, esperando ver los
primeros rayos del sol, porque en mi mente y en mi corazón, ese es un hermoso
regalo de la vida para mí, pero estuvo nublado, hacia frío y aún así disfrute observar
el cambio de la noche al día, fue hermoso.
La perspectiva de la vida va cambiando conforme crecemos, cronológica y mentalmente y es que cuando somos demasiado jóvenes soñamos en demasía, conforme maduramos, vamos aterrizando las cosas de otro modo, digamos más realistas, hace un tiempo mi papá me decía que las cosas materiales ya le causan poca ilusión, que ahora valora mucho más otras cosas y yo ando en las mismas, porque si esta padre estrenar… Pero después de eso, queda un vacío, me es más satisfactorio hablar o mensajear con alguien, me da más satisfacción salir a correr, valoro el hecho de tener salud, de tener comida caliente y una cama, que mi esposo me diga “ya quería llegar a casa y estar con ustedes, hoy fue un día pesado, los extrañe” hoy ya no me importan las calificaciones de mis hijos, no, no me malentiendan, no es que me valga gorro, simplemente prefiero que tengan calificaciones regulares, pero que ellos estén felices, que si sacan un 6 o un 7 sea porque, eso es lo que saben y no un 10 que no pueden justificar porque esa calificación fue basada en trabajos que se entregaron por kilo, pero no saben nada de nada.
Si este año ya fue
bueno en muchos aspectos, con todo, lo bueno, lo malo, lo regular ¿Qué pasará
el próximo año? Planes hay, pero lo divertido será el camino por recorrer, los
aprendizajes que están por llegar, seguir en la búsqueda de mi misión en esta
vida, por lo menos este año, ya inspiré a alguien a correr y ese alguien me
pico la cresta de ir por más. Saludos hermano.
Ojalá pudiera poner en pausa a mis hijos, el tiempo no se detiene y no espera a nadie, esta bebé ya tiene 15 años. |
Comentarios
Publicar un comentario